La pirámide de Intihuatana
Esta increíble edificación piramidal se encuentra ubicada en el sector Hanan de la zona urbana. La localización exacta de la pirámide de Intihuatana se sitúa en las laderas de una de las colinas que fue diseñada para que tomara una forma piramidal. Esto fue posible tras convertir las faldas de la colina en terraplenes nivelados formando una estructuración de terrazas y corredores sobre una base poligonal lo que adquiere el aspecto de una pirámide.
El acceso a esta edificación se realiza a través de dos largas escalinatas situadas al norte y sur de la edificación. Una de estas dos escalinatas está conformada por setenta y ocho peldaños, los cuales presentan un exquisito trabajo de arquitectura, pues los peldaños de buena parte del trayecto se encuentran excepcionalmente tallados en uno solo de los macizos rocosos de la colina. Esta escalera da paso a una ante cámara descubierta en forma de patio, cuyos muros presentan la misma delicada arquitectura que ambas escalinatas.
Desde dicha ante cámara se puede llegar a acceder a lo más alto de esta edificación, la cual se halla rodeada por las edificaciones que poseían el mayor valor para la ciudadela debido a su carácter espiritual y significado religioso, muy importante en la cultura de esta civilización. El acceso se realiza a través de una enorme escalinata cuyos escalones están grabados a mano en piedra, un excelente trabajo de construcción debido a que los materiales sobre los cuales se han tallado los peldaños es un enorme macizo rocoso compuesto por granito. En el centro de dicha cámara se puede apreciar uno de los más fascinantes artilugios que la civilización inca habría usado como herramienta de medición para sus amplios estudios de astronomía. Dicha herramienta fue confeccionada de tal extraordinaria manera que podría haber ofrecido una inmejorable técnica para la medición temporal a través de los métodos que se basaban en los fenómenos lumínicos, mediante la lectura de las emisiones de luces y sombras proveniente del sol, durante los diferentes periodos estivales como lo son el solsticio y el equinoccio. Dicho dispositivo consta de una base cuadrangular conformando así un cuerpo prismático de casi 40 centímetros de altura. La orientación sureste-nordeste de este artilugio prismático nos recuerda su finalidad como medidor de horas solares debido a que sus cuatro vértices representan los puntos cardinales Norte, Sur, Este y Oeste, las cuatro direcciones que forman el sistema que hoy en día se usa como referencia cartesiana que nos permite interpretar la orientación de cualquier punto en el globo terráqueo. De ahí que la traducción literaria de Intihuatana nos lleve al concepto de Observatorio, pues la lengua nativa quechua usaba el término Inti para designar al “astro solar”, mientras que Wata significa “año”. Intihuatana sería por lo tanto el lugar designado como Observatorio Astronómico de la ciudad aunque cumplía además otra funcióncon un significado más religioso, debido a que su localización le convertía en el perfecto altar para la práctica de rituales sagrados.
Esta dualidad reloj-altar se debe a la creencia en una relación directa entre las deidades incas y los fenómenos astrológicos. De hecho, el Intihuatana aún nos revela ciertas construcciones y localizaciones alineadas que representaban a los acontecimientos astronómicos, y por lo tanto, a los dioses de la cultura inca.