El Templo de las Tres Ventanas
El Templo de las Tres Ventanas es una de las cimentaciones con mayor historia para la ciudad sagrada perdida de Machu Picchu. Según leyendas populares, la ciudad se creó para ocultar a la civilización inca de los conquistadores españoles, por lo que la localización idónea para tal refugio fue sin duda donde se levantó esta inmensa ciudadela.
Los relatos de la época narraban la dificultad de hallar la ciudad de Machu Picchu por forasteros ajenos a los accesos ocultos en las selvas que llevaban a la ciudadela. Sin embargo, los descubrimientos realizados por la comunidad de expertos en antropología, basados en los comentarios de nativos de la zona (que han descrito con todo detalle tanto la ciudad como sus alrededores), demostraron que la localización de Machu Picchu era bien conocida mucho antes de que su descubrimiento en el 24 de julio de 1911 fuera atribuido al expedicionario estadounidense y decano del departamento de historia de la Universidad de Yale, Hiram Bingham, el cual inició sus estudios de arqueología por una mera afición a la exploración. Bingham, debido a un error de coordenadas, creyó encontrar el Tamputoco o Cerro de las Tres Ventanas, lugar sagrado que representa el origen de la civilización Inca.
La zona ya había sido descubierta por los diversos propietarios y arrendatarios de los numerosos minifundios que cubran la zona del Machu Picchu, en las laderas de la cordillera del Vilcanota a tan solo 80 kilómetros de la ciudad de Cuzco; e incluso se hace mención de la existencia de esta ciudad en las montañas, la cual ya fue visitada con anterioridad a su posterior descubrimiento. El Templo de las Tres Ventanas aún conserva los nombres grabados en piedra del arrendatario Agustín Lizárraga y tres de sus compañeros Gabino Sánchez, Enrique Palma y Justo Ochoa, grabados que fueron realizados en el 14 de julio de 1902. Por ello, no cabe duda alguna de que el Templo de las Tres Ventanas ha contribuido a conocer la historia de esta ciudad enormemente.
A parte de la importancia del templo para la historia, esta edificación se encuentra entre las más importantes del Machu Picchu por su cercana localización a uno de los puntos con mayor valor espiritual para la civilización, la Plaza Principal, las cuales se encuentran alejadas 8 metros, situando al templo en la parte oriental de la plaza. El templo se encuentra en la parte baja del sector residencial Urin.
Formado por tan sólo tres paredes sobre una base rectangular y cubierto por un tejado fabricado de adobe, los muros se construyeron a partir de grandes bloques de roca maciza tallados en forma poligonal que conformaban un conglomerado de piedras perfectamente acopladas las unas a las otras, dejando espacio para, originalmente cinco ventanas, aunque hoy en día solo hay tres de ellas que indicaban la localización exacta de la salida del sol. El techo es sostenido mediante una columna de piedra y el templo acoge una piedra tallada con grabados que representan los tres niveles en los que la civilización inca dividía al mundo andino: el cielo o espiritualidad (Hanan-Pacha), la superficie terrestre o lo mundano (Kay-Pacha) y el subsuelo o vida interior(Ukju-Pacha).